La ley Universal de pardo es la ley del universo programado, que dice que todo el universo de nuestra realidad está absolutamente programado, no existe el azar en su dinámica, y por lo tanto no existe el libre albedrío.
Todo lo que ocurre en el espacio es a consecuencia de un hecho anterior. Es una secuencia de hechos encadenados, uno como consecuencia de otro.
Por ejemplo, si un objeto se encuentra en un lugar determinado es porque alguien, o algo lo ubicó en ese lugar. Sí ese objeto tiene una forma determinada, es a causa de un proceso que lo determinó. Su Constitución física su color, y todas sus características corresponden a un proceso, a un desarrollo, que es en definitiva un programa.
La ley Universal de Pardo contiene a todas las leyes de la física clásica y cuántica.
No existe el azar todo está determinado. El principio de incertidumbre de heisenberg, dice qué no se puede conocer simultáneamente la posición y la velocidad de una partícula, y que su naturaleza cambia con la observación.
Este principio dio la falsa idea qué el universo es azaroso que nada puede determinado desde las partículas subatómicas, en dónde su comportamiento aleatorio puede producir circunstancias imprevistas. Es un concepto equivocado.
Qué el hombre no pueda determinar el comportamiento de las partículas subatómicas no significa que exista el azar en ellas, significa simplemente qué el hombre no es capáz de determinarlo.
Según las leyes de Pardo la dualidad de las partículas no existe, porque simplemente no existen las partículas, todas las llamadas partículas son ondulaciones del espacio.
El fenómeno del cambio de estado de una llamada partícula, presentado por la física cuántica como exclusivo de las partículas subatomicas, ocurre también macroscopicamente. Por ejemplo el hecho de medir la tensión y corriente en un circuito eléctrico también modifica la medición ya que al medir extrae energía del circuito con lo que se modifica su comportamiento.
