Todos somos consecuencia del pasado.
No decidimos ser blanco o negro, tampoco decidimos ser hombre o mujer, como sabemos esas características corresponden al programa genetico que heredamos.
Pero tampoco decidimos cuándo y dónde nacer. Esas circunstancias obedecen al programa del universo.
Una frase muy conocida dice: "Somos artífices de nuestro destino" y este concepto es uno de los errores más grandes de la humanidad.
Muchos dicen haber nacido con un mal destino, pero que han sabido torcerlo a su favor. Estos equivocados deben saber que los cambios del destino forman parte del destino.
El ser humano cree hacer su destino pero sólo lo representa. Nadie puede saber cuándo se le ocurrirá la solución de un problema, ni tampoco cuándo un problema se puede presentar, aún tomando todas las precauciones, y pensando que no puede haber inconvenientes.
Existe una sincronicidad entre el universo y todo lo que contiene, y esto es así aunque los resultados no sean los esperados, o los deceados.
Cómo se establece esa sincronicidad?
La ley del universo programado de Pardo dice que no existe el azar en la dinámica del universo, aunque la física cuántica confunda con su principio de incertidumbre.
Al estar todo programado no existe el libre albedrío, por lo tanto las decisiones, aunque creamos nuestras, también estan programadas.
La sincronicidad es un tema complejo que se explica en las leyes de Pardo.